Corresponden a los molares de los extremos de las arcadas dentarias, que completan su desarrollo entre los 18 y 23 años, las que si no tienen suficiente espacio para crecer o emerger bien, quedan atrapadas en los maxilares, lo que causa dolor, infección, quistes, caries o enfermedad periodontal del molar adyacente. Para evaluar si es necesario extraer, se requiere un examen clínico y radiográfico.